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PÁGINA DE LA CONGREGACIÓN

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jueves, 6 de abril de 2017

Las fuentes de la energía interior. Cómo evitar el agotamiento y aprovechar las energías positivas. Anselm Grün, (2007).

Hoy en día vivimos llenos de agotamiento, estresados, nos sentimos “quemados”, llevándonos a anhelar fuentes de energía. Por eso en el presente libro se describen aquellas que abastecen nuestra vida de agua siempre fresca y vivificadora. Recordemos que las fuentes de las que bebamos depende que nuestra vida tenga o no buen éxito.
1.       Fuentes turbias
ü  Las que no dan claridad en nuestra vida
ü  Se puede presentar: la depresión por agotamiento, por ejemplo, que aparece  precisamente cuando la fuente interior está “agotada”, es decir, cuando se seca porque se ha pretendido explotarla demasiado aprisa y de un modo demasiado insensible.

1.1 Emociones negativas
ü  Enturbian las fuentes de las que bebemos.
ü  El miedo, desempeña un papel tanto positivo, de advertencia, o negativo, que nos bloquea y paraliza.
ü  La ambición, un cierto grado de esta es positivo, en la medida que nos ayuda a trabajar y a esforzarnos solícitamente para poder desarrollar nuestras capacidades.
ü  La adicción al trabajo, es actualmente socialmente aceptada relacionada con el afán de honor.
ü  La razón de esta muchas veces es que necesita el trabajo para ocultar el vació de su alma.
ü  El perfeccionismo, se vive sometido a la presión, te quita energía.
ü  Querer demostrarse algo a sí mismo,  cuando no nos entregamos a las personas o al trabajo, sino que giramos entorno a nosotros mismos, “ese querer demostrar tu valía” te agota.
ü  Someterse a la presión de unas expectativas, no somos nosotros mismos sino el que los demás quieren.
ü  La rivalidad y la presión competitiva.
ü  La compulsión de control, el impulso de pretender comprobarlo y controlarlo todo es otra fuente turbia. Para ellas todo debe estar claro, ordenado, bajo control, de lo contrario temen de que la vida pueda escapársela.
ü  La falta de inseguridad de uno mismo.
ü  La depresión. Tienen la impresión de estar sin fuerzas, las actividades más insignificantes les exige un esfuerzo enormemente desmesurado. Muchos saben que les hace bien salir a pasear, pero no son capaces de hacerlo.
ü  Esta tiene muchas causas tanto físicas y psíquicas.
ü  Además nos indica que hemos excedido nuestra medida, no hemos prestado oído a las señales de nuestra alma y si es así, la depresión sería también una invitación al sosiego y a sentarse junto a las fuentes interiores que nos refrescan y reaniman.
ü  La irritación, se dejan determinar demasiado por otras personas, no están en contacto consigo mismas.

1.2 Modelos destructivos de vida
ü  De este modelos solo podemos liberarnos preguntando por sus causas.
ü  Una actitud de miedo que procede de la propia historia personal tiene su origen en un sentimiento profundo de la propia falta de valor.
ü  Las emociones, como su propio nombre lo indica (“emoción” viene de emovere =mover de), son fuerzas que nos ponen en movimiento.
ü  Las personas sin estímulo emocional deben hacerlo todo a base de entendimiento y voluntad. Pero sin emociones, el entendimiento y la voluntad son como un motor que no está engrasado, y por eso se recalienta.
ü  Un miedo distinto es el miedo a la propia culpabilidad, la causa muchas veces de esto es nuestro modelo de vida.

1.3 Exaltación religiosa
ü  Los seres humanos tienden a dotar sus comportamientos de un significado más alto.
ü  Dan alergia las que justifican con sus convicciones cristianas su incapacidad para enfrentarse a ellos, pues percibo que exaltan religiosamente su debilidad y pretenden hacerla pasar por fortaleza espiritual. Por ejemplo: “Jesús nos pide que  llevemos nuestra cruz”, llevar la cruz en el sentido de Jesús significa enfrentarse a los conflictos.
ü  Considerar que quien deja aislado su lado oscuro  se aleja de una importante fuente de energía.
ü  La teología de la “patata” se esconde dentro de algunas cabezas sacerdotales y marca su conducta…hasta el agotamiento. Quien piensa que ha de estar disponible sólo para los demás y olvidarse por completo de sus propias necesidades, hasta dejarse incluso “hacer puré”, está bebiendo de una fuente turbia. Es verdad que esta actitud parece piadosa, pero no tiene su origen en el Espíritu de Jesús, sino en el espíritu destructivo de una teología inhumana y, en último término agresiva, pues “hacer puré” las propias necesidades expresa una enorme agresividad contra uno mismo. Y de tal agresividad contra uno mismo no sale bendición alguna, sino tan solo dureza y endurecimiento.
ü  La meditación es para mí un camino importante para entrar en contacto con mi fuente interior. Pero conozco a personas que meditan para rehuir la vida. Se refugian en la meditación porque son incapaces de darse al prójimo.
ü  Tener en cuenta que sacrificio significa entrega, pero un sacrificio con el que someto a presión a los demás no es una entrega, sino un medio para atarlos y obligarlos a mí. Brota entonces de una fuente turbia, y lo que causa en el entorno es falta de claridad y desconcierto.

2.       Fuentes claras
ü  El anhelo de la fuente clara es el anhelo de que nuestra vida fluya. La psicología habla hoy del “sentimiento de fluir” el cual es efectivo en nosotros cuando nos entregamos al trabajo y a las personas…No es importante lo que los demás piensen de nosotros o el modo en que juzguen nuestro trabajo… nuestra energía fluye hasta el interior del trabajo. Quien trabaja con tal sentimiento de fluir trabaja con mayor eficiencia que quien debe arrancarse el rendimiento.

2.1 Referencia a la infancia

ü  Descubro mi fuente personal cuando me pregunto: ¿de dónde sacaba de niño mi fuerza?, ¿dónde fluía más mi energía?, ¿a qué podía jugar durante horas sin cansarme?. Si me acuerdo de aquellas situaciones entro en contacto con mi propia fuerza.

2.2 Amenazas en nuestro interior
(en una hoja poner un punto y preguntar que ven, si solo ven el punto negro está mal porque no aprecian el resto de hoja blanca que es todo lo positivo que podemos tener)
ü  Es muy importante estar en sí mismo y el propio centro, ante las dificultades exteriores lo que importa es precisamente percibirse asimismo. para ello hay ayudas muy sencillas, una de ellas puede consistir , en poner la mano sobre el vientre e imaginar” aquí, dentro de mí hay una fuente, aquí percibo fuerza, creatividad, fantasía. Puedo confiar en mí mismo, en mí está la solución”.
ü  Jesús nos ha mostrado con su conducta cómo hemos de reaccionar ante situaciones exteriores que nos acosan, cuando los fariseos le llevaron una mujer sorprendida en flagrante adulterio se sentido metido en un aprieto…(Jn 8), pero Él  en lugar de fijar la mirada en los demás y romperme la cabeza pensando cómo puedo satisfacer sus expectativas o reaccionar sensatamente ante sus ataques hostiles, primero debo detenerme un momento y sentirme a mí mismo.

2.3 Caminos hasta los recursos propios
ü  Es no solo más fácil, sino también más eficaz, ayudar a encontrar acceso a sus recursos y que desde ahí descubra por sí mismo maneras de vivir su vida en el presente. Los accesos a dichos recursos múltiples:
ü  La fuerza imaginativa, puedo crear en mi un mundo propio, pudiendo ser este tan real  y efectivo como el mundo exterior que me exige demasiado o me entristece.
ü  Los psicoterapeutas nos aconsejan que nos preguntemos dónde nos sentimos bien y que nos pongamos interiormente en tales situaciones.. de este modo entramos en contacto con el potencial de posibilidades y energías que hay entre nosotros.
ü  El recuerdo.
ü  La imaginación activa, con ella podemos representarnos los contenidos del inconsciente, ésta nos muestra maneras de seguir adelante y nos descubre las fuentes que tenemos a nuestra disposición. Jung (terapeuta suizo) desarrollo la imaginación activa sobre todo con relación de los sueños y comprobó que hacer conscientes los contenidos inconscientes pintando, bailando o imaginando, produce un efecto saludable en el alma.
ü  ….mediante esta imaginación se puede abrir espacios en los que estamos a gusto, espacios en los que podemos estabilizar nuestra identidad, plantear problemas y ocuparnos de ellos.

2.4 De dónde procede la salud
ü  Hacerse la pregunta: ¿cuáles son las condiciones para que las heridas no le hagan romperse a una persona, sino que le permitan crecer?
ü  Las investigaciones sobre la salud ha constado que unas buenas relaciones interpersonales contribuyen esencialmente a la salud y a una vida lograda.

2.5 El niño interior
ü  Este representa el potencial de creatividad y fantasía que encontramos dentro de nosotros.
ü  Cuando uno se lamenta de que sus padres lo hirieron tanto, son estos casos que es importante ser padre y madre de uno mismo.
ü  Pero en mí no está solo el niño abandonado, sino también el niño divino, el cual es el niño interior.

3.       La fuente del Espíritu Santo
ü  Un criterio importante para saber si bebemos de la fuente del Espíritu Santo es que nos entregamos sin querer a la realidad del momento. (1Pe 4,11)

3.1 Impulsos saludables
ü  El evangelista Juan interpreta esta fuente interior que mana de nosotros refiriéndola explícitamente al Espíritu Santo: (Jn 7,39)
ü  La samaritana
ü  La imagen de la fuente es un símbolo central y constantemente repetido en el evangelio de Juan.
ü  Jn 5,6-8
ü  Jn 9,7
ü  La fuente en estas 2 historias, tienen 5 significados: refresca, limpia, sana, fecunda y fortalece.
3.2 El fruto del Espíritu
3.3 Virtudes y valores
3.4 Sentido y orientación
4.       El camino Espiritual
4.1 Palabras llenas del Espíritu
ü  La Biblia
4.2 Meditación y oración
ü  La tradición del monacato conoce 2 métodos de meditación: la ruminatio y la lectio divina.
4.3 La fuerza de los ritos
4.4 Tiempos de silencio y tranquilidad
4.5 La experiencia de la naturaleza

ü  La naturaleza es una invitación de beber continuamente de la fuente de la vida.

1.       Imágenes Bíblicas
ü  En la Biblia la imagen de la fuente desempeña un papel importante. En última instancia, con ella se simboliza siempre una experiencia intensa: cuando el ser humano se encuentra con Dios y lo experimenta en su misterio, nace en él una fuente. Dios mismo se convierte en fuente para él.

ü  Sal 36, 9-10
ü  Sal 104, 10
ü  Sal 42,2
ü  Sal 114,8
ü  Sal 87
ü  Pr 14,27
ü  Pr 13,14
ü  Pr 16,22
ü  Pr 18,4
ü  Pr 25,26
ü  Ct 4,12
ü  Ct 4,15
ü  Is 12,3
ü  Is 35,6s
ü  Is 49,10
ü  Jr 2,13
ü  Os 13,15
ü  Ez 47,9
ü  Ap 7,17

2.       Las fuentes de las que yo bebo
ü  Agradecer por mi niñez- familia
ü  Escuela
ü  Parroquia
ü  Las conversaciones
ü  Tener experiencia en la lectura
ü  Beber de la fuente de mi vida como religioso- Eucaristía

3.       Busca tus propias fuentes
ü  Nadie puede limitarse a copiar su vida de la del otro. Cada cual debe descubrir sus propios recursos. Presta atención a todo cuanto favorece y fortalece tu propia vida.
ü  Empieza por tu infancia: ¿Dónde fluía en ti la energía cuando eras niño?, ¿Dónde podías quedarte absorto durante horas?, ¿adónde te retirabas de niño?, ¿cuál era tu juego preferido?, ¿con que eras capaz de entusiasmarte?, ¿en qué empleabas tu fuerza?
ü  ¿Qué fuentes te regalaron tus padres?, ¿Qué has aprendido de tu padre y de tu madre?, ¿cómo hacía frente a su vida tu padre?, ¿Cuál era la fuente vital de tu madre?, ¿sientes las raíces sanas de tus padre y abuelos desde la que crece el árbol de tu vida?, ¿o tienes la impresión que las raíces están dañadas o incluso envenenadas?, ¿Dónde haz echado raíces, entonces para poder vivir?
ü  Para recordar ayudará mirar tus fotos de niño.
ü  Una fuente ha de fluir. No puedes quedarte el agua de la fuente exclusivamente para ti. Solo se  mantiene fresca y refrescante si corre.
ü  La fuente ha de correr en ti, pero también, de ti hacia los demás. ¿adónde fluye hoy la energía que hay en ti?
ü  Si te da la impresión  de que la vida está detenida, entonces imagina hacia donde desea corre tu energía. ¿Qué te vivificaría?, ¿unas bonitas vacaciones en un país extranjero?, ¿ o algún trabajo que te dedicaras con gusto?, ¿o más bien una actividad creativa?.
ü  Sueña simplemente para  ti lo que te gustaría hacer. Y no desvalorices inmediatamente tus sueños con el argumento de que de todas maneras son poco realistas. En los sueños es importante admitir ideales sin preguntar de inmediato por su realización concreta. Solo en segundo paso debes reflexionar sobre el modo en que puedes concretar eso. ¿puedes  hacer  realidad tus sueños en tu profesión actual?, ¿o debes buscar otro trabajo?, ¿es el sueño quizá una imagen de lo que estás haciendo? entonces la imagen podría contribuir a que la energía fluya de nuevo en ti.
ü  Contempla tu entorno, tu familia…
ü  Puedes clasificarlo: lo que le da energía a tu vida y lo que te la arrebata
ü  Pregúntate siempre cual puede ser tu misión absolutamente personal. Intenta describir el sentido de tu vida. Es la razón decisiva para que corra la fuente interior.
ü  Da lo que tienes. Saca fuera tus capacidades. Confía en tu propia competencia, descubre tus  propias posibilidades y deja que otros participen de ellas. Entonces la vida que produce tu fuente también podrá ser útil a los demás.
ü  Pregúntate cómo puedes llegar a ser una bendición para los demás.
ü  El concepto bíblico de misión  también es importante para tu vida. Se nos ha enviado a este mundo para cumplir una tarea. La tarea originaria que Dios encomendó a Adán y Eva era: ”sed fecundos” (Gn 1,28). Esto no solo significa tener hijos, sino también que su vida debía dar fruto para la tierra y para la humanidad.
ü  Cada cual puede convertirse en luz para la oscuridad del otro. Cada cual se encuentra diariamente con otras personas y deja en ellas su huella personal. Dicha huella puede imprimirse de distintas maneras… decídete por la posibilidad positiva. No te compares con otros ni caigas en la tentación de desvalorizarte porque otros hacen cosas mayores…lo importante es otra cosa: ¿qué vitalidad y sentido  transmites a este mundo?, ¿Qué huella vital imprimes con todo cuanto haces y eres?
ü  Imagínate  lo siguiente… poco antes de tu muerte, escribes a  un amigo o amiga lo que quisiste decir o transmitir con tu vida. No se trata de doctrinas sino de lo que tu quisiste expresar con tu existencial personal. ¿de qué quisiste dar testimonio?, solo de ti , o de algo más grande… amor , del Dios misericordioso?, ¿qué puede leer la gente en ti y en tu vida?, ¿ cuál es el mensaje que quisiste transmitir a los demás?, ¿ qué podrá decir la gente de ti después de tu muerte?, ¿qué recuerdo querrías que la gente tuviera de ti?, ¿qué imágenes de tu vida quisieras estampar en los corazones de las personas?, aun cuando, naturalmente, nuestras motivaciones siempre son complejas y nunca pueden reducirse a una sola cosa, es importante que rindas cuentas  ante ti mismo de cual es el móvil más profundo de tu vida.
ü  Entonces aquí empezará a fluir la fuente, porque para tu vida necesitas una imagen.
ü  Si preguntas por tu misión, te diré que no supone decir” debo transformar el mundo entero”. Pero cada uno, marca este mundo con su irradiación personal, con las palabras que decimos, con el estado de ánimo que difundimos, son los pensamientos y deseos que de nosotros salen. No somos responsables del mundo entero. Pero sí somos responsables de aquella parte del mundo que constituye nuestro entorno. O que de nosotros sale es cono un piedra que se lanza al agua y produce ondas concéntricas.
ü  Nuestra tarea es reconciliarnos con el “defecto” que tenemos (ejemplo: depresión). Entonces a través de su enfermedad irradiará usted clemencia y esperanza sobre este mundo. Entonces el mundo se hará más luminoso y más sano gracias a usted. la otra alternativa consiste en recriminar constantemente a las personas de su entorno que no son comprensivas con usted, que ellas tienen la culpa de su depresión. Entonces difundirá sentimientos de culpa y descontento.
ü  Plantéate sobre todo en situaciones críticas de decisión, de manera reiterada y completamente consiente, la cuestión de tu misión. La misión da sentido a nuestra vida. (Ver etimología)
ü  La misión hace brotar la fuente en ti.  Y te saca de tu estéril autolimitación y tu aislamiento. El fluir de la vida es la verdadera condición para que te sientas realmente bien contigo mismo. Cuando tu vida se convierta en una bendición para los demás, te verás a tu vez obsequiado por aquellos  a lo que das algo y recibirás mucha gratitud. No damos porque necesitemos el agradecimiento o el cariño de los demás, sino porque nos sentimos urgidos a ello desde dentro.
ü  Pero precisamente así se producirá una corriente de ida y vuelta que teman tendrá vivo   despertará la vida en las personas que te rodean. Esto te llenará de alegría y gratitud.
ü  Escucha a tus propios sentimientos. Cuando te sientas agotado, amargado o explotado, cuando estés susceptible, es señal de que en tu misión  no bebes de la fuente clara del Espíritu Santo, sino que se han entremezclado otros motivos: la ambición, el sentimiento de ser algo especial y el afán de estar por encima de los demás.
ü  Mantén siempre una actitud de sinceridad contigo mismo y ejercítate en el discernimiento de espíritus para que en la entrega a los demás bebas de la fuente interior, que no se seca porque es divina.
ü  Que la lectura de estas líneas te ayude a ver con mayor precisión las fuentes turbias que hay en ti mismo y escaves más ha hondo a través de ellas hasta el fondo mismo de tu alma, para allí descubrir la fuente pura y clara del Espíritu Santo que refresca y vivifica, fortalece y purifica y hace florecer ese fruto con el que muchos podrán deleitarse.

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